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miércoles, 22 de septiembre de 2010

El propóleo (própolis)






La creciente preocupación por la salud ha provocado que la comunidad científica centre su interés en el estudio de alimentos funcionales que contribuyan a reforzar la prevención y reduzcan el riesgo de padecer ciertas enfermedades. El beneficio de este tipo de productos reside en su composición, y por tanto su estudio, identificación y posterior extracción proporciona una herramienta útil, que permite la elaboración de productos de elevado valor añadido debido a su elevada concentración en compuestos biológicamente activos.
El propoleo (Pro-antes, Polis-ciudad = defensa de la ciudad), es la sustancia resinosa que las abejas recolectan de las yemas de los árboles y de algunos vegetales. La abeja lo recoge y transforma para desinfectar la colmena, sellar grietas, construir panales, así como para su uso como agente microbicida, desinfectante y también para embalsamar intrusos difíciles de expulsar por su tamaño. El propoleo es, por tanto, el responsable directo de garantizar la asepsia de la colmena, siendo ésta un ambiente prolífero para el desarrollo de virus y bacterias, debido a sus condiciones de temperatura y humedad.
Aunque su composición está sujeta a la zona de producción (clima, vegetación circundante, etc.), podemos mencionar como composición orientativa la siguiente: resinas y bálsamos (50-60%), ceras (20-25%), aceites esenciales (5-10%), polen (5%), otros (minerales, enzimas… 5%).
La fracción de resinas y bálsamos es la que agrupa la mayoría de compuestos biológicamente activos, principalmente compuestos fenólicos derivados del reino vegetal y con capacidades farmacológicas demostradas. Debido al gran número de principios activos que presenta, su tintura (extracto alcohólico) es conocida y empleada por sus propiedades terapéuticas, principalmente por su acción estimulante sobre el sistema de defensa del organismo. Entre sus propiedades destaca su acción antioxidante, anti-microbiana, estimulante, cicatrizante, analgésica, anestésica, anti-inflamatoria…
El estudio de la actividad biológica de este producto se ha llevado a cabo siguiendo dos líneas de trabajo: (a) estudio de la actividad antioxidante y (b) estudio de la actividad antimicrobiana.
Propiedades antioxidantes
Los ensayos de actividad antioxidante proporcionan una idea sobre la capacidad del producto a estudio (propoleo) de neutralizar radicales libres. Estos últimos representan moléculas dañinas, generadas tanto de forma endógena como exógena, capaces de producir daños a nivel celular provocando la aparición de futuras enfermedades degenerativas, como es el caso del cáncer, alzehimer…
Una dieta rica en antioxidantes minimiza el riesgo de aparición de este tipo de enfermedades, por lo que la evaluación de la actividad antioxidante de un producto resulta interesante a la hora de establecer su potencial preventivo.
Este tipo de ensayos implica la generación artificial de radicales libres en el laboratorio que posteriormente se hacen reaccionar con la muestra a la que se le suponen atributos antioxidantes a fin de estimar su capacidad de neutralización. Para llevar a cabo este objetivo se aplican 3 métodos espectofotométricos.
Propiedades antimicrobianas
El ensayo de actividad antimicrobiana permite valorar la inhibición ejercida por el producto a estudio frente al crecimiento y desarrollo de determinados microorganismos. La metodología CIM (Concentración Inhibitoria Mínima) implica la difusión de la sustancia a estudio en un medio en el cual el crecimiento del microorganismo es óptimo. Si la sustancia difundida tiene capacidad de impedir el crecimiento del microorganismo elegido, aparecerá un halo alrededor del punto central donde se ha depositado el producto. En caso contrario el medio se mostrará inalterado.
Para llevar a cabo este ensayo las cepas se activan en un medio óptimo que contiene todos los nutrientes necesarios para el crecimiento/desarrollo del microorganismo. Cuando el crecimiento alcanza un índice de Macfarlane cercano a 0.5 se le añade agar y se siembra en placas rectangulares. Una vez solidificado, las placas se taladran y mediante plantillas se depositan diferentes concentraciones de propoleo (0.1-50%). Todas las concentraciones se ensayan por triplicado. Las placas se incuban a 37 ºC y transcurrido ese periodo se visualiza la presencia/ausencia de halos de inhibición, que proporcionan una medida visible de la inhibición ejercida por el propoleo en el crecimiento del microorganismo utilizado. Los halos de inhibición se miden con un calibre y los valores obtenidos se extrapolan utilizando como patrón una placa sembrada con diferentes concentraciones de fenol (1-10%), con potente acción biocida.
Los microorganismos seleccionados agrupan bacterias, levaduras y hongos responsables de afecciones comunes y muy heterogéneas.
Capacidad antioxidante
Los ensayos de actividad antioxidante se han realizado disolviendo el propoleo en dos tipos de disolventes: etanol 70% y propilenglicol.
Los resultados coinciden con lo esperado, ya que este producto posee una elevada cantidad de principios biológicamente activos, entre los que destacan los flavonoides (conocidos por su elevado poder antioxidante). Los flavonoides son de hecho, los mayores responsables de todas las propiedades medicinales que se le atribuyen al propóleo: Antibacteriano, antimicótico, antifúngico, antiviral, antituberculoso, citostático, antialérgico, antioxidante, antitóxico, hipotensor, hemostático, inmunogenético, antiparasitario
Los extractos etanólicos preparados muestran una elevada inhibición sobre los radicales empleados. Los valores se encuentran dentro de los rangos establecidos. Aunque existen diferencias significativas entre ellos, éstas pueden ser debidas a las localizaciones de los colmenares así como al grado de impurezas presentes en los mismos.
Como se puede observar, existen pequeñas diferencias entre los diferentes extractos (etanol y propilenglicol), aunque éstas no son significativas. Los valores fluctúan y en el caso del propilenglicol son menores, pero esta variación no parece afectar de manera drástica a la composición final del producto.
Hasta el momento no se encuentran valores superiores de capacidad antioxidante, a los obtenidos por el propoleo, en ninguno de los productos/alimentos analizados mediante este tipo de metodología en toda la bibliografía consultada.
Capacidad antimicrobiana
El desarrollo y crecimiento de todos los microorganismos estudiados se ve inhibido en presencia de diferentes concentraciones de propoleo. Las concentraciones inhibitorias mínimas se producen a concentraciones de producto muy bajas, lo que corrobora el alto potencial antimicrobiano del producto. Estos resultados prueban que el propoleo esta constituido por compuestos con elevada acción antimicrobiológica, probablemente derivada del alto contenido en compuestos fenólicos, flavonoides… provenientes del reino vegetal.

En un lenguaje un poco más asequible, os aclaramos las propiedades de este producto.

¿Cuáles son las propiedades de el propóleo?
Es antibacteriano, antiviral, inmunoestimulante, antiinflamatorio, cicatrizante y ligeramente analgésico.

Garganta y boca:
En anginas, faringitis, laringitis, aftas bucales, Muguete y abcesos dentales da muy buenos resultados.
Vías respiratorias:
Ante los resfriados es muy útil como complemento a otras terapias.
En casos de turbeculosis pulmonar también puede ser un buen aliado.

Estómago y colon: en casos de úlcera gástrica es de gran ayuda para combatir a la bacteria "Helicobacter Pylori" que se cree responsable de esta dolencia.
Se han conseguido buenos resultados en algunos pacientes afectados por Diverticolitis, gastritis, enfermedad de Crohn y diarrea de candidiosis intestinal.

Ginecología: las cándidas, llagas uterinas, inflamaciones vaginales y picazones suelen responder muy bien a los lavados de propóleo diluido en agua.

La piel: el própolis o propóleo es fantástico en la lucha contra las micosis u hongos de la piel.
Las personas postradas mucho tiempo en la cama y con llagas o ulceraciones también se pueden beneficiar en gran medida.

En la medicina islámica era muy usado para las heridas.

En el Acné funciona muy bien en forma de crema o para lavarse la cara diluido en agua.

En las ulceraciones irritativas de los dedos de la mano, llamadas vulgarmente "alergia a detergentes de las amas de casa" se obtienen buenos resultados usando cremas a base Propóleo y Caléndula.

También los sabañones mejoran mucho con la misma crema.

El profesor Fan Che de Pekín ha tratado muchos casos de Psoriasis con comprimidos de propóleo (Própolis) La mayoría de los casos mejoraron a los tres meses.

IMPORTANTE: EL PROPÓLEO PUEDE EMPEORAR CASOS DE ASMA BRONQUIAL ALÉRGICA, POR LO QUE SE DESACONSEJA SU USO EN PACIENTES QUE SUFRAN TAL ENFERMEDAD

fuentes: http://www.plataformasinc.es
http:/www.basqueresearch.es